Últimamente cada vez que veo un par de zapatos de esos de ensueño, me da por pensar en el
uso real y práctico que se le darían.
Por ejemplo, estos fantásticos (y poco asequibles)
Louboutin. Ohhhh, tendencia total, peep toe, black colour, zip, etc, etc, etc.
Si tengo que desplazarme andando o coger autobuses, creo que no se adaptan a mis necesidades de primera hora de la mañana, ya sea para ir al trabajo, a la universidad, al supermercado..... Bueno, entonces para una
fiesta, ohhhhhhh, muchos invitados con ropa cómoda y un tanto más informal, pues creo que tampoco.
Ohhhhhh, un día de
piscina y barbacoa, no son lo más apropiado.
Pasan unos meses y llega
fin de año, ohhhhhhh, ese es mi día. Después de dos horas, se me han torcido los pies en más de una ocasión porque es difícil mantener el equilibrio con estos taconazos de aguja, además me han hecho una rozadura en el dedo gordo, y una ampolla. Creo que otro día me lo pensaré antes de ponermelos. Cerca de 800 € ahí aparcados en mi armario. ¿Quizás para esa boda de dentro de un año y medio?
Buen razonamiento para no comprarse estos zapatos, ¿verdad? Sr. Louboutin, ¿por qué no me contrata? jajaja